Los relojes COROS utilizan sensores de movimiento para detectar el movimiento de su brazo y estimar su actividad al caminar. Cualquier cosa que afecte al movimiento de su brazo puede afectar a la precisión del contador de pasos, como llevar la compra/teléfonos/bastones de senderismo, conducir, etc.
Los movimientos continuos y regulares del brazo son necesarios para que el cuentapasos comience a registrar los pasos. Si se detiene con frecuencia durante la marcha, el reloj filtrará esos pasos. Adoptamos este enfoque conservador para contrarrestar la inflación de datos que pueden provocar actividades cotidianas como conducir.
El GPS no interviene en el seguimiento de las actividades diarias. Como resultado, COROS no puede proporcionar una estimación realista del kilometraje recorrido a pie.